El
siguiente periodo, 1998 hasta el 2000, corresponde al gobierno de Enrique
Peñalosa bajo el lema “Por la Bogotá que queremos” y guiado por la planeación
urbana estratégica como elemento de unión de los sectores sociales; esta
permitiría brindarle a los ciudadanos una calidad de vida más elevada.
Dentro
del plan de desarrollo de esta alcaldía se destacaban siete puntos: la
desmarginalización, la interacción social, la ciudad a escala humana, la movilidad como servicio de transporte
digno, seguridad y convivencia, eficiencia institucional y urbanismo y
servicios, apoyados a su vez por proyectos como el sistema Integrado de Transporte
Masivo y la Construcción y mantenimiento de vías.
“Planeó y construyó más de 300 Km. de ciclo-rutas y creó el
programa de restricción vehicular Pico & Placa”[1]. Aunque los avances
logrados durante su periodo fueron varios, se nota en ellos una visión
sectorial que brinda poca atención al
transporte público colectivo. Además de propuestas en el ámbito vehicular, se
realizaron peatonalizó la Av. Jiménez, se recuperó el sector de San Victorino y
se construyeron cientos de kilómetros de aceras.
La mayoría
de medidas se enfocaron en la justificación del uso y la implementación del
sistema de transporte masivo y no la movilidad de las personas.
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