jueves, 24 de mayo de 2012

LUIS EDUARDO GARZÓN



Bajo el lema “Bogotá sin indiferencia” se empieza el periodo de gobierno comprendido entre 2004 a 2007. Se promueve una ciudad vinculada a la región de manera integral, con localidades fortalecidas y con condiciones de generación de empleos[1].
Se pretendió transformar la alcaldía en un espacio de concertación, trabajar por una ciudad en crecimiento libre de pobreza y priorizar la inversión social.
Sus propuestas presentaron un enfoque social; la mayoría de medidas se expresaron de forma sectorial y a favor de las infraestructuras de transporte.

Aunque el Plan de Desarrollo no enunciaba los temas de transporte y movilidad como prioritarios, planteaba un enfoque social apropiado para desarrollar conceptualmente la movilidad de las personas, y brindar una visión de ciudad más allá de las fronteras de transporte expresadas por las administraciones pasadas. Este plan expresaba un mayor énfasis sobre el ciudadano usuario del servicio del transporte que sobre la infraestructura. “Buscará facilitar el acceso de las personas a los servicios y equipamientos de la ciudad, reducir sus necesidades de desplazamiento y evitar la segregación territorial, social y  económica”[2].
Se formula el Plan maestro de movilidad, con el ánimo de implementar el Sistema integrado de transporte público; sin embargo las grandes críticas demuestran la desarticulación de políticas de movilidad. El Plan Maestro de movilidad se expresa en términos de transporte de personas y no en movilidad de personas.



[1]  (Bogotá D.C.)
[2]  (Alcaldía Mayor de Bogotá, 2007)

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